Cómo
prevenir, con simples cuidados diarios
El acné
puede transformarse en una molestia para cualquier persona, en cualquier
momento.
Más del
85% de las personas experimentan acné en alguna etapa de la vida. Al igual que
ocurre con muchas otras cuestiones de la salud, la mayor parte de las personas
esperan hasta que el acné haya erupcionado en sus caras para iniciar algún tipo
de tratamiento.
Aunque
por lo general este abordaje funciona para tratar el acné, no hace nada para
impedir su desarrollo, y tampoco previene la formación de cicatrices.
La mejor
forma de detener el acné y minimizar las marcas consecuentes, es prevenirlo
antes de que tenga la oportunidad de manifestarse.
Por el
momento, no existe una cura para el acné.
Sin
embargo, hay varios tratamientos y medidas preventivas que pueden tomarse para
detener el acné antes de que comience.
Empieza
por adoptar una buena rutina de limpieza básica. Aunque el acné no sea
ocasionado por la falta de oxigenación, es importante usar un pack de limpieza
y otros materiales que ayuden a exfoliar.
¿Por
qué?
Porque
aunque suene extraño, las células de la piel colaboran con el acné. De modo que
debes realizar dos limpiezas diarias a fondo, y asegurarte de estar siempre
alejado de los humectantes a base de aceites.
Después
de limpiarte la cara, utiliza una solución de ácido salicílico al 2%, ya sea en
líquido –para aplicar con un algodón- o en pack. El ácido salicílico trabaja
removiendo el exceso de las células cutáneas que pueden tapar los poros y hacer
que se desarrolle el acné. Si haces esto a diario, la cantidad de brotes de
acné se reducirá sensiblemente.
En caso
de que el ácido salicílico no funcionara, prueba con una solución de peróxido
de benzolio al 5%. Cualquier graduación que supere el 5% provocará, por lo
general, sequedad en exceso. Un 5% es suficiente para prevenir el acné, pero no
tan fuerte para irritar la piel.
Una
alternativa herbal al peróxido de benzolio es el aceite de árbol de té, cuya
efectividad ha probado ser –clínicamente- tan efectiva como el anterior. La
ventaja de éste es que produce mucha menos irritación.
Finalmente,
utiliza una pantalla solar libre de aceites antes de salir a la calle.
Esto es
muy importante, ya que la luz del sol puede dañar e irritar tu piel. Una vez
que la piel está lastimada, se incrementan las probabilidades de brotes de
acné.
La parte
más importante de este régimen es repetir los pasos a diario, ya sea que el
acné esté o no esté presente.
Al
exfoliar, usando ácido salicílico o peróxido de benzolio, y al proteger la piel
con una pantalla solar, detendrás el acné antes de que pueda comenzar.
Asimismo,
existen tratamientos alternativos que pueden ser usados para prevenir el acné.
Medicamentos de venta bajo receta como el Accutane o el Retin-A, trabajan
eficientemente en la prevención del acné.
El
Retin-A, en particular, posee pocos efectos adversos y, por otra parte, ayudará
a reducir las pequeñas marcas y arrugas. La parte negativa es que la piel
quedará más sensible a la luz solar, por lo que el uso de pantalla solar será
una obligación.
Asimismo,
evitar la luz del sol tanto como fuera posible será una medida sensata –aunque
esto hoy es recomendable para todas las personas por igual-.
Los
peelings Cosmetologicos con Alfa-hidroxiácidos pueden también usarse para
prevenir el acné.
Al
aplicar ácido glicólico en la cara, se descamarán abundantemente las capas
superiores de la piel, permitiendo la aparición de nuevos estratos. Esta forma
de prevención del acné debe ser indicada por un DERMATOLOGO, ya que un exceso
de ácido glicólico podría causar daños en la piel.
Muchos
de estos tratamientos también funcionan como preventivos del acné. El problema
es que muchas personas dejan de tratarse una vez que el acné ha desaparecido.
Y la
mejor forma de prevenirlo y de evitar las marcas es realizar un régimen diario
de exfoliación, medicación y protección en todo momento.
De esta
forma, las evidencias y manifestaciones de acné en la cara serán mínimas.