1- Escucha la sabiduría de tu cuerpo que se expresa a través
de señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas una conducta determinada,
pregúntale a tu cuerpo: "¿Como te sientes acerca de esto?" Si te
contesta con señales de malestar, ¡cuidado! Si te responde con alegría y
comodidad ¡Adelante!.
2- Vive en el momento presente, es el único que tienes. Pon
tu atención en lo que ES y contempla su plenitud a cada instante. Ten una
aceptación psicólogica total y absoluta de que este momento es como debe ser.
¿Cómo podría ser de otra manera? Este momento es como es, porque el universo es
como es. No luches contra el universo.
3- Tómate un tiempo para estar en silencio y acallar el
diálogo interno. Guíate por tu intuición y no por interpretaciones impuestas
externamente de lo que es bueno y de lo que no lo es.
4- Renuncia a tu necesidad de aprobación. Esta decisión nos
da una gran libertad.
5- Cuando reacciones con enojo o con violencia ante una
persona, una situación o una circunstancia, reconoce que luchas contra tí
mismo. No seas tan duro contigo.
6- Cuando reacciones con demasiada intensidad hacia alguien,
ya sea en amor o en odio, reconoce que esa persona es un reflejo de tu ser.
Utiliza la relación como un espejo para guiar tu evolución espiritual.
7- Suelta la carga del juicio y te sentirás mucho más
ligero.
8- No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea a través de
la comida, la bebida o las emociones tóxicas.
9- Reemplaza tu comportamiento motivado por miedo por
comportamiento motivado por amor.
10- Comprende que el mundo físico refleja el proceso de
nuestra propia conciencia. Es importante limpiar el medio ambiente de desechos
tóxicos y de la basura que contamina nuestra tierra, sus ríos y sus océanos
pero, es mucho más importante limpiar las ideas tóxicas que contaminan la mente
humana.