La cavitación provoca
la destrucción de la célula adiposa con la consiguiente transformación de la
grasa en una sustancia líquida que será eliminada a través del sistema
linfático y vías urinarias.
Las células grasas se
ven expuestas a una sobrepresión, que rompe sus membranas, desencadenando la
destrucción de los adipositos.
Con la
cavitación mejora el tono y la
elasticidad de la piel, remodela la figura después de varias sesiones y reduce
la celulitis y la piel de naranja. También activa la circulación de la sangre y
ayuda al drenaje de líquidos.
Se aconseja una dieta
hipocalórica y la ingesta de al menos dos litros de agua antes y después de
cada tratamiento, dado que es una parte imprescindible para poder eliminar la
grasa.
Como es el
tratamiento por cavitación.
El tratamiento de
cavitación se puede hacer en centros de estética especializados, al ser una
técnica no invasiva, que no requiere anestesia.
Normalmente los tratamientos duran 35 minutos,
que se reparten en un sola área de trabajo: abdomen incluidos las lumbares,
glúteos, y zona externa o interna de la pierna.
En cada sesión, hay
una reducción de volumen de unos 2 cm. Las sesiones se deben realizar cada 72
horas, tiempo necesario para que el organismo elimine la grasa.
Se recomienda
realizar entre 6 y 12 sesiones, dependiendo de la zona tratada y del estado de
salud del interesado, aunque dependiendo de cada caso pueden ser necesarias
menos.
Posterior al
tratamiento, para mantener el mayor tiempo posible los resultados obtenidos, es
preciso cuidar los hábitos alimentarios así como incrementar las actividades
cardiovasculares, se sugiere comenzar un programa de entrenamiento físico
acorde con cada persona.